La industria cárnica reivindica su papel estratégico en la recuperación del país
La industria cárnica española se vuelve a consolidar como el sector de mayor importancia dentro de la industria de alimentación y bebidas en 2020, con una cifra de negocio de 27.959 millones de euros, lo que supone el 22,2% de todo el sector alimentario español.
Así lo reflejan los datos de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), que pone en valor que estos casi 28.000 millones de euros de facturación posicionan a la industria cárnica en el cuarto lugar de todos los sectores industriales del país, sólo por detrás de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles o el suministro de energía, y junto a sectores como las industrias química o metalúrgica.
Además, cabe destacar que el empleo sectorial directo, derivado de las empresas cárnicas, es de 99.854 trabajadores, que desarrollan su actividad principalmente en zonas rurales; representando el 25,2% de la ocupación total de la industria alimentaria española.
El sector cárnico está compuesto por un tejido industrial de unas 2.800 empresas, entre las que se encuentran mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, con una base muy importante de pequeñas y medianas empresas de accionariado familiar, incluso grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea.
Gracias al papel de la industria cárnica, constituida principalmente por Pymes ubicadas en zonas despobladas, se consigue mantener la actividad económica en territorios donde pocas industrias más pueden hacerlo, logrando evitar el despoblamiento, contribuyendo a generar riqueza, cohesión territorial y empleo. Además, la industria, favoreciendo la sostenibilidad, ayuda a consolidar el tejido socioeconómico de estas zonas, convirtiéndose, como parte de la cadena de valor cárnica, en el principal motor económico en las zonas rurales y esencial en la España despoblada.