Planta nacida en la tierra

Enmienda caliza, un remedio a la indisponibilidad de nutrientes

Una hoja que se enrolla sobre sí misma, una zona del cultivo que amarillea, un cambio de color que se repite sistemáticamente en la misma zona de la hoja, hojas o tallos mustios…Todos ellos son claros síntomas de que algo no está yendo como debería: la planta nos está alertando.

Descartadas las enfermedades más comunes y recurrentes del cultivo en cuestión, se tiende a pensar que una nutrición vegetal deficiente en alguno de los macronutrientes o micronutrientes es lo que está originando el problema. Y así, en muchas ocasiones, el agricultor se desplaza hasta su distribuidor de confianza y le adquiere uno de sus mejores fertilizantes para intentar volver a poner a flote su cultivo.

Sin embargo, en gran parte de las ocasiones este remedio puede ser en vano. ¿Por qué? Habitualmente, los suelos cuentan con suficiente nivel de nutrientes como para poder soportar, al menos, un ciclo de cultivo; si bien la producción puede verse mermada por ello.

¿Qué es lo que está ocurriendo entonces?-se plantea el afectado. La respuesta se encuentra en las propiedades del suelo sobre el que cultiva y, para conocerlas, será preciso realizar un análisis de los principales parámetros edáficos, entre los que prestaremos especial atención a uno de ellos: el pH del suelo.

ICONO LIBRETA ARTÍCULOSLos nutrientes o elementos químicos que los vegetales precisan: nitrógeno, fósforo, potasio y, en menor medida, otros como hierro, magnesio o cinc, se encuentran en el suelo formando compuestos químicos. Dichos compuestos químicos varían en función del pH al que se encuentre la disolución conformada por éstos y, como disolvente, el agua del suelo.

El sistema radicular vegetal únicamente será capaz de atraer, y permitir el paso a través de sus membranas para su aprovechamiento, determinadas moléculas quedando las demás de forma no disponible en la solución del suelo. Por ello, en muchas ocasiones aplicar una nueva fertilización no solventará el problema y podrá incluso agravarlo. Lo que se precisa es una modificación de la acidez de la disolución edáfica que permita la absorción de nutrientes.

A continuación, se muestra gráficamente los rangos para los cuales cada uno de los elementos necesarios para el ciclo de cultivo estándar vegetal se encuentran disponibles. Como puede observarse, el grado óptimo para el que todos los elementos se encuentran con una disponibilidad aceptable se encuentra entre 6,5 y 7,5.

Gráfico de disponibilidad de nutrientes en suelo

Pero no todos los suelos se encuentran en este rango, o bien su pH puede haberse descompensado por alguna circunstancia anterior no contemplada. Sin embargo, puede actuarse sobre éstos, de modo que se modifique el pH de que se dispone.

Si bien acidificar el perfil puede realizarse, pero resulta más tedioso y complicado, pues la solución suele pasar por aplicar materia orgánica que con sus ácidos húmicos y fúlvicos vaya logrando el objetivo final, incrementar el pH resulta mucho más sencillo.

El remedio más común y efectivo se conoce como enmienda caliza y resulta especialmente interesante para cultivos como el maíz, de gran importancia forrajera, en zonas como el Oeste y el Norte peninsular, donde los suelos suelen ser ácidos y pueden requerirlo.

La causa fundamental de acidificación de un suelo suele ser la lluvia (o el riego): un alto nivel de precipitaciones lava hacia niveles inferiores del perfil el calcio soluble en agua, uno de los iones principales en el rango básico.

Esta técnica, previa al cultivo, consiste en la incorporación al suelo mediante su espolvoreo y posterior labor mecánica, que en muchas ocasiones comprende el volteo, de rocas o minerales con importante contenido en Calcio. Así pues, la caliza, el yeso, las dolomitas y la cal, viva o apagada, son diferentes materiales que se emplean para este fin.

Icono mano y planta para artículos agriculturaPor último, se señalan algunos consejos a la hora de realizar el encalado:

  • Debe realizarse un cálculo técnico de la dosis a aplicar (Muy pronto disponible en nuestra Web un caso práctico en el que enseñaremos como realizarlo!)

  • No debe subirse más de medio punto de pH al año. Realizar correcciones bruscas podría desestabilizar otros parámetros edáficos con consecuencias negativas.

  • Debe realizarse en otoño o primavera, de forma previa a la siembra de cualquier cultivo y, para una efectividad mayor, con un tiempo meteorológico considerablemente seco, para evitar lavar el producto y desperdiciar la menor cantidad posible de éste.

Tractor haciendo encalado agrícola
Fuente: ARVUM

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