Lo que Europa no ha entendido de la revuelta alimentaria
En las últimas semanas, agricultores de toda Europa están saliendo a la calle mostrando su enfado y frustración por el impacto de los crecientes costes legislativos. La descapitalización de la cabaña ganadera es real y se ha acelerado en los dos últimos años, coincidiendo con la bajada de apoyos de la nueva PAC. Europa está empujando a la ganadería europea a una debacle total y la prueba de este desaguisado es que, en el último año, España ha perdido más de 80.000 vacas nodrizas y bajado su producción un 5,5%.
Desde ASOPROVAC confirmamos que no nos sorprende que las protestas originadas en Alemania se hayan extendido por toda Europa, mostrando una indignación que no ha encontrado la respuesta esperada de Bruselas, con una clase política alejada de la realidad de la ganadería. Las tres flexibilizaciones planteadas para la PAC son totalmente insuficientes y demuestran que no han entendido nada de la problemática actual. Por si fuera poco, la aprobación hace unos días de la Ley de la restauración de la naturaleza se puede leer como toda una provocación, tratándose de una norma sin clara financiación y que puede causar serios problemas a comunidades agrarias y forestales europeas.
Lo planteado por la Comisión no va a acabar con la crisis de la ganadería. Tampoco se molesten en hacer una encuesta, van a perder ustedes el tiempo. Los ganaderos están cansados de rellenar papeles y no tienen tiempo para cumplimentar encuestas de las que no hay ninguna garantía que sirva para algo. La Comisión ya dispone de información suficiente para hacer su propio diagnóstico. La Comisión Europea en el informe de su DG Agri[1]lo explica claramente: “Se prevé que la producción de carne de vacuno de la UE siga disminuyendo y se reduzca la cabaña de aquí a 2035, debido a la baja rentabilidad y a un marco reglamentario más estricto, en particular en los aspectos medioambientales.”
Los informes de previsiones de sus propios expertos deberían haber hecho saltar la voz de alarma antes de la implantación del Pacto Verde y el tsunami legislativo que lleva asociado. Al tremendo incremento de los costes legislativos y burocráticos se une la reducción de los apoyos de la PAC a la ganadería de vacuno. El sector está haciendo los deberes, pero a pesar del claro compromiso del sector con la sostenibilidad y la reducción de emisiones, la brecha entre los ganaderos europeos y nuestros competidores internacionales será cada vez más grande llevando a una situación totalmente insostenible. ASOPROVAC considera que este menosprecio a productores europeos acabará provocando un problema gravísimo de seguridad alimentaria en Europa.
“Es momento de que autoridades políticas españolas actúen, planteen un paquete de medidas valiente que realmente de respuesta al declive del medio rural y exijan responsabilidades políticas en Bruselas”, afirma Matilde Moro, gerente de ASOPROVAC. Es por ello, que mañana, día 14 de marzo del 2024, la organización ha decidido registrar un listado de reivindicaciones que consideramos pueden ser realmente de utilidad para revertir parte del problema.